Día treinta y ocho de la campaña por no fumar.
- Es que... es a la única que quiero servir
- ¿Eh?
- Antes, como mayordomo, siempre me exigía no demostrar mis sentimientos.
- ¿Y ahora?
- Para los mayordomos, la presencia de nuestra dama es como el sol
- No deberías decir cosas como esa
- Es que quiero decirlas
- ¿Por qué?
- Si la señorita Mei miráse a otro que no fuera yo, me dolería...
Así que, no deje nunca de mirarme, porfavor.
-¿Estás diciendo...?
*Beso*
- Es nuestro secreto, porque las relaciones amorosas entre dama y mayordomo están prohibidas.
De vez en cuando las cosas deben planearse, no? c:
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