Wow ya ha pasado más de un año desde la última vez que escribí.
Este 2020 ha sido un año totalmente distinto a todo lo que me había pasado en mis 29 años. VEINTINUEVE años hueón. 29!!
Aún me cuesta un montón procesarlo. El estar a un pelo de pisar el tercer escalón me pone un poco nerviosa. Sobretodo ahora que me enganché de alguien que es 3 años menor que yo. Creo que nunca me había gustado alguien tan chico. Pero el chino feo llegó pa quedarse, o al menos eso es lo que aparenta hasta ahora.
Al principio para mi era un juego, incluso cuando vi que sus sentimientos hacia mi eran reales, quise alejarme y correrlo de mi vida. Pero ahí se quedó, pegao como chicle al asiento de micro. Hasta que una mañana se me ocurrió (por broma) decirle "buenos días mi amor". Creo que fue ahí cuando me subí con él al cohete y no me he podido bajar más.
Siempre lo molestaba diciendo que había agarrado demasiado vuelo en poco tiempo, que era embalao y que tenía que bajarle al menos un cambio a la situación. Pero ni siquiera me di cuenta del momento en que me empecé a embalar con él y ya no puedo echar pie atrás. Me acuerdo super bien del momento en que me di cuenta que me gustaba. Porque estaba mirando las estrellas en el patio y deseé compartir ese momento con el y sostenerle la mano. Ahí caché que estaba cagada.
Igual todo pasó super rápido. Fue en julio que nos conocimos (y que yo le di like a su foto solo pq me encantaron sus ojos achinados) y ahora tenemos una especie de relación virtual. Justó se quedó para llenar el vacío de conversación que dejó el Joaquín.
Me gusta porque es cariñoso conmigo, es atento y es lindo. Me hace recordar mucho el tipo de relación que tenía con el Coto. Pero a la vez me da miedo, queda mucho camino por delante y ninguno de los dos sabe que puede pasar realmente.
En este momento es todo incierto.
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